Consejos para proteger tu corazón
Publicado por Ana Maria Lajusticia USA en
¿Cuidas ya lo suficiente este órgano tan importante para tu cuerpo? ¿Sabes cómo prevenir las enfermedades cardiovasculares? Tranquilo, hoy te vamos a explicar cómo proteger tu corazón con multitud de consejos. ¡Sigue leyendo!
La primera medida que se te ocurrirá es reducir el consumo de grasas, pero no todas las grasas son iguales y, para cuidar tu corazón, hay que saber diferenciarlas:
¿Sabías que hay ciertas grasas sin las que no podemos vivir, ya que cumplen funciones vitales en nuestro organismo? Sostienen y protegen órganos como los riñones, nos aportan energía de reserva, ayudan a protegernos del frío… Por ello, debemos asegurar su correcto aporte a través de la alimentación.
Sin embargo, las grasas que se encuentran en la mantequilla y margarina, snacks, bollería, carnes rojas, embutidos, patés, comidas precocinadas o comida rápida son perjudiciales cuando se consumen en exceso. No es que sean alimentos prohibidos (ya que no los hay), pero tenemos que tomarlos muy de vez en cuando (es decir, 1 o 2 veces por semana en total).
El temido colesterol, ¿dónde lo situaríamos?
El colesterol es una grasa saturada, pero en cantidades adecuadas es imprescindible para la vida porque ayuda al organismo a sintetizar hormonas y vitamina D, a formar bilis, a mantener la estructura celular, etc. Sin embargo, cuando está en exceso es un problema grave. ya que puede obstruir las paredes de las arterias y aumentar el riesgo cardiovascular, así como la edad avanzada, la hipertensión arterial, la hiperglucemia, el tabaquismo, el estrés y el sedentarismo.
Es muy fácil de identificar, ya que es exclusivamente de origen animal , y existen distintos tipos en función de las lipoproteínas que lo transportan a través de la sangre: si se une a la lipoproteína HDL , tenemos lo que se conoce como colesterol bueno, porque Elimina el exceso de colesterol de la sangre. En cambio, si el colesterol se une a la lipoproteína LDL , tenemos lo que se conoce como colesterol malo, ya que tiende a acumularse en las paredes arteriales estrechándolas y dificultando la circulación sanguínea (debido a la formación de placas ateroscleróticas).
Lo ideal es no superar los 200 mg de colesterol total por decilitro de sangre (100 mg/dl para el colesterol LDL). Para tener estos niveles controlados es imprescindible realizar análisis de sangre periódicos, ya que un exceso de colesterol no nos mostraría síntomas hasta que nos diera un "susto" repentino.
Las claves para mantener a raya el colesterol LDL son: seguir una dieta equilibrada (a base de alimentos vegetales, proteínas magras y baja en grasas saturadas y azúcares refinados), evitar hábitos tóxicos y hacer ejercicio regularmente.
El papel cardioprotector del deporte
No debemos descuidar el deporte como parte de nuestros buenos hábitos diarios, ya que el movimiento "activa" el corazón . Recomendamos practicar actividad física aeróbica durante 40 minutos al día (caminar a paso ligero, nadar, bailar...), combinada con 3-4 sesiones de tonificación semanales , utilizando mancuernas de 1 kg o botellas de agua, por ejemplo.
También ayuda a mejorar el estrés, otro de los factores de riesgo cardiovascular, tan común en la vida de las personas hoy en día. Aprende a gestionarlo, cuida tu salud mental y ayúdate de 2 comprimidos diarios de Triptófano con Magnesio y vit. B6 , que interviene en la síntesis de la "hormona de la felicidad", favoreciendo la relajación y el equilibrio.
Y si detectas que tienes dislipidemia o buscas un efecto antiinflamatorio , los alimentos ricos en Omega 3 como los frutos secos, las semillas, las algas, la avena, el aguacate, los huevos o el pescado azul contienen este importante nutriente, que ayuda a regular los niveles en sangre. de colesterol y triglicéridos, refuerza la integridad de las membranas celulares, protege las células contra el estrés oxidativo y mejora la sensibilidad a la insulina, lo que optimiza la quema metabólica de grasas. Una forma sencilla de reforzar la dieta es tomando Aceite de Hígado de Bacalao , ya que en forma concentrada aporta grandes cantidades de EPA y DHA , además de vitaminas D, A y E.
Ahora que ya sabes cómo cuidar tu corazón, ponlo en práctica, ¡valdrá la pena!
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