Contracturas musculares: Qué son, por qué aparecen y cómo prevenirlas
Publicado por Ana Maria Lajusticia USA en
Introducción
¿Te has preguntado por qué te aparecen esos nudos en la espalda, calambres o tensión en los músculos? Aunque solemos culpar al estrés o a una mala postura, hay un mineral fundamental para evitar las contracturas: el magnesio. En este artículo hablaremos de qué son realmente las contracturas musculares, por qué surgen, cómo prevenirlas y qué estrategias naturales pueden ayudarte a cuidar tus músculos día a día.
¿Qué es una contractura muscular?
La contractura muscular es un acortamiento involuntario de uno o más músculos, y puede ser temporal o prolongado, doloroso o no.
Este término también abarca otros tipos de contracciones musculares, como los calambres o espasmos, que son anomalías en las fibras musculares.
Los calambres, de hecho, también se consideran contracturas: son intensos, muy dolorosos, pero de corta duración y suelen aliviarse con estiramientos.
Tipos de contracturas musculares
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Contracturas dolorosas (primarias / álgicas)
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Se contraen de forma involuntaria y muscular, y no siempre pueden relajarse completamente, dejando una sensación de “bolo” doloroso.
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Aparecen tras esfuerzos físicos sin preparación, por mala postura o por tensión acumulada.
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Incluyen los calambres, que son contracturas intensas pero breves, por ejemplo, el calambre nocturno en la pantorrilla.
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Contracturas no dolorosas (“análgicas”)
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No duelen tanto, pero el músculo pierde elasticidad o movilidad.
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Ocurren por falta de uso, tras cirugía o períodos sedentarios.
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Contracturas protectoras (“anti-álgicas”)
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Son una forma de respuesta defensiva del cuerpo: los músculos se “bloquean” para proteger una zona que duele.
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Pueden aparecer, por ejemplo, cuando llevas días con dolor lumbar y los músculos se contraen para estabilizar la zona.
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¿Por qué se producen las contracturas?
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Desequilibrios minerales: la falta de magnesio, calcio o potasio puede dificultar la relajación muscular y favorecer contracciones.
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Deshidratación: especialmente en días calurosos. El agua es esencial para prevenir calambres y contracturas, no bastan bebidas diuréticas.
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Fatiga muscular: cuando un músculo está agotado, acumula ácido láctico y carece de energía para relajarse correctamente.
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Problemas neuromusculares o metabólicos: enfermedades como diabetes o hipotiroidismo, o ciertos medicamentos, pueden aumentar la posibilidad de contracturas.
El papel del magnesio en las contracturas
El magnesio es clave para la relajación del músculo tras la contracción y para equilibrar otros minerales esenciales.
Cuando los niveles de magnesio son bajos —algo relativamente frecuente—, pueden aparecer calambres y contracturas.
Su suplementación puede ayudar a prevenir estos problemas y facilitar la recuperación muscular tras esfuerzos intensos.
Magnesio por dentro y por fuera
Uso tópico – Aceite de magnesio:
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Cloruro de magnesio aplicado sobre la piel, ideal tras la ducha, ejercicio o masaje.
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No requiere digestión; muy útil si no puedes tomar magnesio oral.
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Cómo usarlo: al final del día, antes y después del ejercicio, o durante masajes para relajar los músculos.
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Se aplica en la zona deseada, se masajea suavemente hasta absorberse. Puede provocar un ligero cosquilleo.
Suplemento oral – Magnesio Total® 5:
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Fórmula con 5 fuentes de magnesio, alta absorción y buena tolerancia digestiva.
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Ayuda en la síntesis de energía, favorece el descanso y la recuperación muscular.
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También colabora en la gestión del estrés, uno de los principales desencadenantes de contracturas.
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Variante con harpagofito: aporta efecto analgésico e antiinflamatorio, útil en dolores por sobrecarga.
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Precauciones: evitar si hay insuficiencia renal, úlceras o cálculos biliares.
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Dosis recomendada: 2 comprimidos al día con agua, junto con desayuno y cena.
Otros remedios naturales para aliviar las contracturas
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Aplicar calor o frío: calor para contracturas crónicas o por tensión; frío si la contractura es reciente o está inflamada.
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Estiramientos suaves y ejercicios de movilidad articular para reducir la rigidez.
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Relajación y respiración consciente: ayudan a disminuir el estrés y la tensión muscular.
Consejos para prevenir contracturas a largo plazo
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Asegura un buen aporte de magnesio en tu dieta y/o con suplementos.
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Cuida tu postura en el día a día, especialmente cuando estás sentado o frente al ordenador.
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Duerme al menos 7 horas por noche para favorecer la recuperación muscular.
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Mantente activo y ejercita regularmente para fortalecer y mantener la elasticidad de tus músculos.
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Hidrátate correctamente: bebe agua a lo largo del día y evita bebidas diuréticas o energéticas.
Conclusión
Prevenir y tratar las contracturas musculares requiere un enfoque integral: mantener niveles adecuados de magnesio, cuidar la postura, descansar bien y usar remedios naturales como el aceite de magnesio o estiramientos. Con estos hábitos puedes reducir la frecuencia y la intensidad de las contracturas, además de mejorar tu recuperación muscular día a día.
Adaptado de: Contracturas musculares: qué son realmente y cómo prevenirlas, Blog Ana María Lajusticia.
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- Etiquetas: Magnesium