Cómo combatir el sudor con Carbonato de Magnesio
Publicado por Ana Maria Lajusticia USA en
Las altas temperaturas hacen que muchas personas vivan incómodas en su día a día debido a la sudoración excesiva o la hiperhidrosis, ya que esta situación puede comprometer la calidad de vida a nivel social, laboral y emocional.
Generalmente, las personas que lo padecen tienen tendencia a segregar grandes cantidades de sudor en las palmas de las manos, las plantas de los pies y las axilas, de forma espontánea y sin un factor desencadenante externo.
Pero ¿cómo podemos reducir el exceso de sudoración?
Para reducir la sudoración es recomendable utilizar ropa transpirable, mantener una actitud positiva y tranquila, evitar el consumo de comidas calientes y picantes, limitar la ingesta de productos procesados y cafeína y aumentar el consumo de agua.
Pero el remedio más eficaz es utilizar Carbonato de Magnesio como desodorante natural, espolvoreando las axilas o el calzado con un compacto impregnado en Carbonato de Magnesio, un alcalino suave que soluciona el problema de forma sencilla y económica. Su mecanismo de acción consiste en elevar el pH de la piel a 9-10 para que las bacterias que la habitan no puedan vivir ni reproducirse como cuando están en su ambiente habitual (que debe ser ácido). Este efecto alcalinizante también le confiere propiedades antiácidas y protectoras del estómago, ideal para personas con reflujo, acidez de estómago o hernia de hiato. Además, también es fuente de magnesio con efecto laxante medio por su poder higroscópico, lo que ayuda a muchas personas con estreñimiento.
Además, recordemos que el magnesio en cantidades suficientes aporta multitud de beneficios: relaja y flexibiliza los músculos, fortalece la salud cardiovascular, equilibra el sistema nervioso y el metabolismo, favorece un sueño reparador, contribuye a la síntesis de colágeno para el correcto mantenimiento de los tejidos corporales, etc.
En cambio, cuando hay déficit se producen problemas como estrés descompensado, malestar, irritabilidad, calambres, contracturas, deterioro de los tejidos, cansancio físico y mental…
Por ello se recomienda garantizar un correcto nivel de magnesio en el organismo, siguiendo una dieta equilibrada, abundante en este mineral y, en muchos casos, complementada con algún suplemento de magnesio como el carbonato.
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